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jueves, 20 de marzo de 2008

Culebra viperina





Culebra viperina (Natrix maura, Linnaeus, 1798).

Culebra de tamaño medio de aspecto macizo en su etapa adulta, cola corta, puede llegar a los 87cm. pero frecuentemente inferior sobrepasando ligeramente el medio metro. Color verduzco a pardo o marronáceo con un dibujo mas oscuro de aspecto arrosariado o en zig zag en la parte dorsal. La cabeza es ancha, siendo este aspecto más manifiesto cuando imita a las víboras en su comportamiento defensivo, cuando se siente amenazada. También pueden contemplarse ejemplares con una marcada pauta de dos líneas longitudinales de color claro paralelas.


Las hembras suelen superar al macho en su tamaño. Siendo en los machos más larga la cola

Es una serpiente de costumbres acuáticas siendo fácil verla en verano nadando en charcas y arroyos o acechando entre los juncos a pequeños batracios o simplemente soleándose en la vegetación ribereña.

En la comunidad autónoma es uno de los reptiles más abundantes presentando un distribución amplia, salvo en altitudes superiores a los 1000 m en las zonas montañosas donde se hace más escasa.

Las amenazas a esta especie provienen como siempre de las actuaciones humanas, bien a través de la disminución de las especies que le sirven de alimento, peces y anfibios o bien por la reducción de sus habitats mediante la desecación de charcas, disminución de cauces de arroyos y ríos por el represado o el abandono de charcas ganaderas así como la plantación de árboles para desecar zonas pantanosas.

La imitación de la conducta agresiva bufando y lanzando falsos ataques, ha sido en muchas ocasiones la culpable de la muerte de este inofensivo reptil cuya única defensa es la secreción del contenido cloacal maloliente cuando es capturada.


El periodo de actividad suele prolongarse desde marzo hasta octubre, con una actividad más patente durante los meses de abril y mayo. Cuando es frecuente encontrarla en las horas más cálidas de la jornada. En los calurosos veranos sin embargo es más fácil encontrase con ella durante las mañanas y al atardecer.

El celo de esta serpiente es primaveral, variando ampliamente el número de huevos de la puesta en función del tamaño del animal y las reservas disponibles para tan costosa, en términos energéticos, actuación. Los primeros ejemplares recién nacidos suelen empezar a verse a mediados de agosto.


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